Excelente dato chicas. Los productos muy caros no funcionan mejor que las marcas de droguería, según reveló el trabajo de la revista Consumer Reports, que calificó el tratamiento Olay Regenerist, que cuesta unos 19 dólares, como el más efectivo en la reducción de arrugas.
No obstante, ninguna de estas cremas provoca diferencias significativas en el aspecto de la piel.
Los investigadores hallaron que después de 12 semanas, los productos más costosos borraron algunas líneas finas y arrugas, pero incluso las de mejor resultado redujeron las marcas menos de un 10 por ciento, un cambio apenas perceptible a simple vista.
“Las pruebas revelan que, en promedio, estos productos provocan pequeñas diferencias en la apariencia de la piel y no hay una correlación entre el precio y la efectividad”, dijo una portavoz de la revista.
Los estadounidenses gastan cerca de 1.000 millones de dólares al año en cremas antiarrugas. Consumer Reports, editada por el grupo de investigación sin fines de lucro Consumer Union, escogió una muestra de los productos más vendidos para su estudio. Las cremas, cuyos precios oscilaban entre 19 y 355 dólares, fueron adquiridas en tiendas minoristas y cada una fue probada por entre 17 y 23 mujeres de 30 a 70 años. Las voluntarias fueron reclutadas y evaluadas por un laboratorio europeo especializado en pruebas cosméticas.
Las mujeres usaron el producto en un lado de su cara y una crema hidratante estándar del laboratorio en el otro para realizar la comparación. Para evaluar los resultados se usó un dispositivo óptico de tecnología avanzada que detectó los cambios en la profundidad de las arrugas y la aspereza de la piel.
Los resultados variaron entre las mujeres, señaló el estudio.
La doctora Tina Alster, experta en cirugía láser dermatológica del Centro Médico de la Georgetown University en Washington y miembro de la Academia Estadounidense de Dermatólogos, dijo que era demasiado simplista concluir de un estudio limitado que estos productos no funcionan.
“A las personas les encantaría creer que los productos baratos son lo mismo que los más caros, y yo podría despreciar a alguien que paga 500 dólares por una crema, pero entiendo que el valor de algunos productos de marcas de lujo se debe a que están basados en estudios científicos”, señaló Alster.
A pesar de los resultados del estudio, muchas mujeres dijeron que seguirán usando este tipo de cremas.
“Nunca he creído realmente que esas cremas puedan frenar las arrugas, pero me hacen sentir y oler mejor”, dijo Amira Thoron, una profesora de Nueva York de 36 años.
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