Una disculpa por tardar en publicar más artículos y consejos; mi suegra estuvo enferma y fuimos a verla al hospital, en Chihuahua. Falleció al siguiente día que la vimos, el pasado día 11.
Hecha la aclaración, entremos en tema:
Todos hemos escuchado el viejo proverbio “somos lo que comemos”, pero, ¿sabías que tu cabello es directamente afectado por los alimentos que consumes? Ni los productos para el peinado o la laca, por sí solos, pueden darle a tu cabello cuerpo y brillo completos. Una dieta saludable afecta directamente su estado general, así como su vigor y lustre.
Haz esta prueba con tu cabello, para ver cuán saludable es. Arranca una hebra de tu cabeza y mide su longitud. Luego toma cada punta y estíralo. ¿Puedes alargarlo por lo menos dos centímetros antes de que se rompa? De lo contrario, tu cabello carece de fuerza y humedad, y eso hace que lo sientas reseco y frágil, y lo peor de todo es que luce opaco y sin vida.
El cabello está compuesto principalmente de proteínas (aminoácidos). Debido a que el cuerpo no fabrica aminoácidos, es esencial que absorba suficientes para producir un cabello sano. Los alimentos que contienen ácidos grasos como el pescado y el aceite de linaza alimentan los folículos de tu cabello y estimulan su crecimiento.
Aumenta tu consumo de nueces de todo tipo, granos enteros y vegetales de hojas verdes–todos son excelentes fuentes de vitamina E, que tu cuerpo convierte en aceites esenciales. En esa forma tu cabello lucirá pleno, vigoroso y brillante.
Limita tu consumo de azúcar, sal y pan blanco, ya que no tienen ningún valor nutritivo y sólo sirven para añadir volumen a tu cintura, pero no a tu cabello.
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